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Contrato de acciones fantasma

Última revisión Última revisión 07/01/2024
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Última revisiónÚltima revisión: 07/01/2024

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El contrato de acciones fantasma ("Phanton Shares" en inglés) es un acuerdo mediante el cual una empresa entrega a un trabajador un número de acciones fantasma, y se pacta que llegada una fecha, el trabajador percibirá un importe de dinero por dichas acciones. Las acciones fantasma son equivalentes a las acciones o participaciones sociales de una empresa, pero no son acciones reales, lo que significa que el trabajador que las recibe no obtiene ninguna propiedad de la empresa (por lo que no podrá participar en las decisiones de la empresa).

Se trata de un sistema de incentivos por parte de la empresa, ya que de esta manera se estimula al empleado para que logre mejores resultados para la empresa. Si la empresa aumenta las ganancias, las acciones valdrán más, y en consecuencia, el trabajador obtendrá más compensación por sus acciones fantasma. Por tanto, el objetivo es retener al trabajador en la empresa y compensarle transcurrido un tiempo. Este tipo de incentivos suele otorgarse a altos directivos o trabajadores con talento profesional.

El valor de las acciones fantasmas está determinado por el precio de las acciones o participaciones de la empresa. Es decir, aunque las acciones fantasma NO son reales, siguen los movimientos de precios de las acciones o participaciones de la empresa y los pagos provendrán de las ganancias resultantes. En otras palabras, una acción fantasma no es una acción real de la empresa, pero puede dar los mismos beneficios al trabajador como si tuviera una acción de la empresa. De tal manera, para saber el importe que percibirá el trabajador, se tendrá que multiplicar el número de acciones fantasma que posea por el precio actual de las acciones o participaciones sociales de la empresa.

No existen restricciones o requisitos inherentes al uso de acciones fantasma, por lo que la empresa puede utilizarlas de la forma que elija. La empresa también puede cambiar su stock fantasma a su discreción.


¿Cómo se conceden las acciones fantasma?

Suele pactarse un periodo de carencia ("Cliff Period" en inglés) que se trata de un periodo de tiempo por el que debe pasar el trabajador para comenzar a consolidar las acciones fantasma. Es un tiempo en el que no se devengan participaciones hasta que éste periodo no se supere. Es una especie de "periodo de prueba" para que el trabajador demuestre compromiso y cumplimiento de objetivos.

Una vez transcurrido el periodo de carencia, se suele pactar que las acciones fantasmas se concedan al trabajador en función de determinados parámetros: antigüedad, contribución personal, cumplimiento de objetivos, etc.


¿Cuándo se recibe la contraprestación por las acciones fantasma?

El pago de las acciones fantasma se recibirá por parte del trabajador en diferentes situaciones, denominado "evento de monetización", y dependerá de lo que pacten las partes en el contrato. Normalmente se produce cuando haya un evento de liquidez para los socios reales de la empresa, tales como un reparto de dividendo, una transmisión de acciones o participaciones, la venta de la empresa, etc. Es decir, en el momento que el socio de la empresa reciba un dinero como consecuencia de su condición de socio, el titular de las acciones fantasma también recibirá un dinero en proporción al número de acciones fantasma que se le haya concedido.

Además, también se suele incluir que el trabajador recibirá el pago total por sus acciones fantasmas en caso de que sea despedido de forma improcedente, fallezca, se jubile o quede discapacitado.


¿Cómo utilizar este documento?

Se debe utilizar este documento cuando una empresa quiera compensar económicamente a un trabajador a través de la concesión de acciones fantasma, con el objetivo de recompensar el tiempo y el esfuerzo que el trabajador invierte en la empresa. En concreto, este documento incluye las siguientes cláusulas:

  • La identificación de la empresa (razón social, domicilio social, representantes, etc) y el trabajador (nombre(s) completo(s), número de identificación, domicilio);
  • La forma de concesión de las acciones fantasma al trabajador (si hay un periodo de carencia (Cliff Period), si se conceden en función de determinados parámetros: antigüedad, contribución personal, cumplimiento de objetivos, etc., el calendario de consolidación de las acciones, etc);
  • El devengo de las acciones fantasma (es decir, en qué momento va a recibir el trabajador la contraprestación por las acciones fantasma) y si se pagan dividendos al trabajador;
  • El valor de las acciones fantasma, el cálculo de éstas y la forma de pago;
  • La cláusula de no competencia y/o concurrencia (se limita al trabajador participar durante la ejecución del contrato y en el futuro en otros negocios o proyectos similares);
  • La cláusula de obligación de secreto y confidencialidad (las partes mantendrán el secreto de la información que obtienen durante la ejecución del contrato), y la protección de datos.

Una vez cumplimentado el documento con las informaciones necesarias, el contrato debe ser firmado por todas las partes o, en su caso, por sus representantes, que deberán exhibir la autorización, o en su caso poder notarial, que les habilita a ello en el momento de la firma.

Para un mayor nivel de seguridad, las firmas deberían figurar no sólo en la sección final del documento, sino también en el borde izquierdo de cada página que compone el documento, incluyendo, en su caso, las páginas de los anexos en los que se pudiera adjuntar todo otro documento suplementario que también formaría parte del contrato. El contrato debe ser firmado al menos en dos ejemplares, para que cada una de las partes conserve una copia.


Legislación aplicable

De forma general este contrato se rige por el Código Civil, y por lo establecido en su caso en el Código de Comercio.


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